viernes, 5 de diciembre de 2008

Y rejuveneció...

Y los magnificos esteros del eden empezaron a conjurar en contra el infeliz neofito. "¡Que os he hecho yo!..." Y sin más palabras salidas de su boca las grises e incandecentes luces impactaron en contra del novato y junto con la paliza se escuchaban los alaridos de panico y soberbia que inundaba la mente del ya inutil cadaver.

Pudieron contar con dedos de una mano lo que demoró en morir, lastimosamente, el dolor causado por tales escarlatas destellantes habria sido el mismo que ser devorado por una bestia durante siglos.

No se inmutaron, ni pestañearon, sus vacios corazones no estaban satisfechos por aquel ajedrio en ocaso. "Que acaso no tuvieron suficiente?", dijo el pequeño hermano del moribundo. Voltaosense hacia el, las penetrantes estelas que proyectaban los ojos sin sentimientos de aquellos forajidos indecentes.

Lo que nadie se esperaba era que sin discutirlo mucho, se llevaron al pequeño contra la voluntad de este. Absolutamente ningun alma quiso ir en su auxilio, la aura emanada por aquellos peculiares personajes era de temer y no tenia comparacion alguna con seres mortales.

Eran de otro Mundo...
Hasta otra mis queridos lectores....

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